Ficha Técnica
Año: 2016-2018
Titulo: Ir de espacio
Formato: Videoinstalación multicanal 5 proyecciones
Sonido en vivo
La videoinstalación despliega el cuerpo en un juego coreográfico que revela desplazamientos íntimos dentro de una arquitectura emocional. Su cuerpo se pliega, se oculta, se transforma en una presencia suspendida entre la exposición y la necesidad de resguardo. La obra emerge de una reflexión sobre lo íntimo y lo expuesto, sobre los actos y sus circunstancias, en sus afectos y efectos, y sobre cómo el cuerpo responde ante cada suceso.
En cada exploración de este proceso se traza un trayecto que articula una coreografía anatómica donde la problemática del espacio —íntimo y social— recae sobre el cuerpo, que se vuelve superficie de inscripción de las presiones sociales. Ir de espacio pone en escena la constante negociación entre seguridad y desplazamientos arbitrarios que cada mujer debe emprender para habitar el mundo. Cada gesto se pliega, se omite, se invisibiliza, y al mismo tiempo propone una reconfiguración radical del espacio desde lo íntimo.
La instalación secciona el cuerpo en secuencias de pliegues, dibujos y fotografías que revelan las condiciones que nos constriñen y nos limitan, transformando el espacio en un campo aparentemente vacío donde nuestras decisiones sobre el cuerpo son evaluadas, juzgadas y situadas según las reglas de quienes imponen la norma.
Esta obra nos confronta con el concepto de Leib: el cuerpo vivido, sensible, que no es objeto ni instrumento, sino matriz de percepción. En este universo blanco, lo que parece vacío es en realidad pura tensión. Cada encuadre es una pregunta: ¿cuál es el precio de ir de espacio siendo mujer?
En el espacio expositivo, la pieza se aproxima a un pliegue afectivo: un espacio vínculo, donde la tela que envuelve el cuerpo durante la performance se convierte en arquitectura. A través de gestos mínimos y pausas prolongadas, el cuerpo se reactiva como archivo de memorias, inscritas en un juego de pliegues donde espacio, emoción y resistencia se funden. El montaje no ofrece un relato lineal ni una mirada unívoca: propone una coreografía íntima, donde cada espectador se desplaza con su propio ritmo corporal, reconociendo en ese tránsito la dificultad —y la valentía— de existir.
Desde este desplazamiento, la obra despliega —y pliega— su complejidad existencial en el espacio contemporáneo. Expone las condiciones materiales y simbólicas que configuran la experiencia femenina: autonomía y peligro, deseo y censura, visibilidad e invisibilidad.
Esta instalación no se contempla: se atraviesa. Y en ese tránsito lento de ir despacio, se revela como un manifiesto silencioso que nos recuerda que el cuerpo no es solo forma: es frontera, es archivo, es gesto.